domingo, 19 de abril de 2009

El POLO: una sopa que se quemó


Tengo que ser claro, soy socialdemócrata, por lo tanto limito en la izquierda, así que los últimos hechos que han pasado en el PDA en lo corrido de este año no solo me tiene molesto, sino también profundamente triste. Lo que empezó como una verdadera alternativa de poder que le podía hacer un real contrapeso al guerrerista gobierno del presidente Uribe termino padeciendo dentro de él los mismos problemas de la política tradicional.

Al comienzo y por el sentimiento emotivo que significaron los 2.600.000 votos que obtuvo el doctor Carlos Gaviria en las últimas elecciones parecía que el partido tenía una coherencia política única, con unas ideas que compartían todos sus integrantes y con unas aparentes ideas progresistas que la hicieron ser un actor positivo en el panorama político colombiano. Pero ahora, se esta viendo los reales problemas (estoy seguro desde el mismo comienzo los tenía) que escondía tanta belleza: el ser no un partido político en el cual todos sus militantes comparten una idea en común sino una especie de coalición federalista con distintas vertientes de opinión, lo cual no es malo sino fuera porque estas nunca llegan a un consenso positivo en común.

Así, va desde el pensamiento radical encabezado por el MOIR de Enrique Robledo, el Partido Comunista y (¡oh sorpresa!) el mismo doctor Carlos Gaviria, pensamiento retrograda que piensa que el mundo todavía esta en la Guerra Fría y por lo tanto es ambiguo cuando se refiere a la lucha armada y terrorista de las FARC y también que pretende llevar al partido a un escenario sectarista aislado de una posible coalición contra-uribista y aniquilar, así, al POLO del escenario político colombiano.

Sigue así, el pensamiento clientelita del sector de la ANAPO y sus aliados (igualmente clientelitas) encabezado por el actual incompetente alcalde de Bogota Samuel Moreno, su hermano Iván Moreno y Jaime Dussan, sector caracterizado por utilizar la actual maquinaria política de la alcaldía de Moreno para transar beneficios personales y firmar contratos a favor de sus amigos y que generalmente es el que hace girar la balanza a favor de los radicales o de los socialdemócratas, por eso son tan deplorables, no utilizan argumentos ideológicos sino intercambios y favores burocráticos.

Y finalmente, están los moderados (que yo llamo socialdemócratas) caracterizados por tener ideas modernas, progresistas y avanzadas, con un pensamiento pacifista y democrático y con un amor infinitos a la constitución del 91, proponen condenar totalmente a la guerra: tanto la de Uribe que ha enfatizado todos los aspectos de su gobierno a patrocinar la guerra mientras hay un retroceso importante en lo social, retroceso que a lo ultimo alimenta la ignorancia y ella a la guerra (circulo vicioso), como la de las FARC que alimentan su terrorismo y su narcotráfico con un descarado e inadmisible discurso ultraísta; sector encabezado por el senador Gustavo Petro y por figuras sobresalientes como Maria Emma Mejia y Lucho Garzon.

Es evidente que esta unión no es imposible de mantener, es necesaria una división ante la irreconciliabilidad de sus partes, así, no es posible que el PDA se mantenga ni que tenga mucho menos vocación de poder con ideas claras.

El sector socialdemócrata tiene que separarse y formar otra coalición con destacados protagonista que concuerden con sus planteamientos como: Argelino Garzon, Ingrid Betancourt, algunos liberados, Luis Eduardo Garzon, Antanas Mockus, Alonso Salazar, Sergio Fajardo, etc.

Es una responsabilidad histórica que se presenta y que no se puede desaprovechar; del fracaso del POLO podría salir el éxito de todo un país, es el momento y todo se esta dando.


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El POLO: una sopa que se quemó by Luís Felipe Chisco is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Compartir bajo la misma licencia 2.5 Colombia License.

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