martes, 25 de mayo de 2010

¿Campañas “bonitas” o propuestas serias?

(cc)eltiempo.com

No hay que dejar que la euforia mediática nos impida ver y exigir verdaderos programas de gobierno

Sin lugar a dudas, estas elecciones serán históricas. Hubo para todos los gustos y estilos. Personalmente, sirvió para probar que tanto mis propias convicciones estaban arraigadas, y como ellas podían sobrevivir ante una “ola verde”, ante una nueva moda que se impuso, y que está convirtiéndose en la verdadera hecatombe que amenaza al reinado uribista, que hasta hace tres meses, parecía indestructible.

Y es que la prueba fue dura, tengo que admitir que fui de esos que, al ver que en las encuestas subía estrepitosamente Mockus, empecé a ver al vergonzante “voto útil” como una opción real en mi decisión democrática.

No me intereso ver las propuestas, los programas, el contenido de la campaña verde; solo observe que era “bonito”, que estaba de moda, que la gente no paraba de hablar de lo simpático que se veían dos matemáticos con buen nombre (porque se lo han ganado). Y ¡sí!, el romanticismo ideal que rodaba aquella campaña, tendía a enamorarme políticamente.

Olvide que las encuestas no pueden dejar de ser un simple factor más dentro de la contienda, ya que deben ser las propuestas y los argumentos programáticos, las que tengan la atención de la opinión pública (precepto que se aplica muy poco en Colombia). Si las encuestas, lo que hacen es crear opinión, como pasó en esta campaña, es un síntoma que habla muy mal de la madurez democrática de nuestro país.

Pensé que lo importante era evitar a toda costa que el uribismo (al que tantas críticas tengo) siguiera en el poder, y que eso justificaba ver una alternativa tan abstracta, pero tan “simpatica”; que, aunque en concreto no proponía nada nuevo, era distinto a los falsos positivos, a las chuzadas del DAS, a la yidispolítica, a la parapolítica, a Agro Ingreso Seguro, a la corrupción producto de la aprobación de las dos reelecciones en el Congreso, a las zonas francas que se le dieron a los hijos del presidente, y al correspondiente trato indigno con el que fueron tratados los humildes recicladores.

Así, olvide la lógica constitucional de nuestra democracia, la cual permite tanto una primera vuelta, en la que cada ciudadano vota por convicción, por quien representa su pensamiento, o por quien simplemente vio que era la persona más adecuada para administrar este país; como una segunda, en la que se necesita que los candidatos logren construir consenso en torno a su candidatura, quien sea capaz de lograr ese mayor conceso y convencer mediante sesiones (fundamental en esta etapa) a quienes tienen otro pensamiento, será el elegido.

En fin, lo importante era a toda costa evitar que el uribismo siguiera gobernando, sin tener en cuenta si las ideas de Mockus realmente representaban mi pensamiento.

Mi reflexión

Pero fue el mismo Mockus el que se encargo de abrirme los ojos, y de mostrarme que, más allá de la esperanza y del sueño mediático, de los parajitos cantando y del arcoíris al final del camino que vislumbraba su campaña; él no es realmente el candidato por el cual debo votar.

Gustavo Petro ha dicho en reiteradas oportunidades algo que el mismo Mockus dijo en su momento, cuando en el 2006 fue candidato presidencial por el movimiento Visionarios por Colombia: "Para que nadie recurra a la violencia y la ilegalidad, que permanecen vivas entre nosotros, se requiere construir oportunidades sociales y económicas legítimas. Dicha construcción debe reconocer las profundas desigualdades de este país, tanto económicas y sociales como las que son evidentes por las diferencias entre regiones....".

Ahora, en la campaña de 2010, y por el movimiento repentino de las encuestas (que han marcado la agenda de su campaña, y no sus propuestas), piensa algo muy distinto a eso; piensa que los que opinan algo similar a lo que él pensaba en la anterior campaña presidencial, justifican “de forma directa o indirecta” la lucha armada.

Hoy, no me siento totalmente identificado con el partido Polo Democrático Alternativo, porque sé que al interior de él, sí hay algunos elementos que justifican la lucha armadas y son apáticos a la Constitución del 91 (además del clientelismo vergonzoso de la administración Moreno en Bogotá), pero de ahí a afirmar que es el partido en su todo, y su candidato, el que presenta estas actitudes frente a los alzados en armas, es un exabrupto.

Estas declaraciones sólo tienen justificación en el oportunismo mediático que ha empezado a marcar la campaña verde, porque, me niego a creer que una persona tan excesivamente racional (como lo es Mockus), diga, después de que lo acusa JJ Rendón de ser ateo en plena campaña electoral, que en pocas semanas se casará por lo católico. Si es escéptico (lo cual no es lo mismo que el ateísmo), como lo dijo en la entrevista con José Gabriel, no tiene porque sentir vergüenza de ello y cambiar oportunistamente sus concepciones religiosas; ya que, como el ama tanto la Constitución del 91, ella habla de un Estado social de Derecho laico y no de uno Católico confesional.
(cc) jimmy_jazz_ataca

Sé que ahora ya no estoy a la moda, que puedo estar “out” en política, pero prefiero estarlo a no asumir una actitud democrática madura, prefiero votar por argumentos sólidos y sustentables, prefiero votar por una propuesta de justicia social a una de neoliberalismo “play”, prefiero votar por alguien que luchará contra la inequidad social a alguien que cree que hacerlo es legitimar la subversión. Por eso en primera vuelta prefiero votar por Petro, ya en segunda veremos en contra quien votaremos.

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domingo, 4 de abril de 2010

De mentiras tapadas y escándalos de pederastia

(CC) El_Enigma

La Iglesia Católica debe replantear muchos de sus dogmas doctrinales, si no quiere perder el respeto que aún le queda hoy en día

Definitivamente, la explosión mediática de casos de pederastia por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica, no le cayó en el mejor de los momentos a ésta. Y es que, es precisamente en Semana Santa, cuando la credibilidad de esta importante institución religiosa se ve amenazada ante los ojos atónitos de sus miles de millones de fieles a lo largo del planeta.

El Papa Ratzinger, no ha podido explicar todavía, y con total claridad, porque él mismo no tomo medidas contundentes cuando era Arzobispo de Múnich, contra lo que parece ser una cadena de abusos sexuales en los años ochenta en esta ciudad por parte de varios sacerdotes.

Uno de ellos, que fue difundido esta semana, describe como al Papa le fue remitido “un informe en el que se decía que el sacerdote Hullermann (comprobado pedófilo) iba a volver al trabajo pastoral parroquial unos días después de empezar el tratamiento para superar su pedofilia, terapia que el propio Ratzinger autorizó.” En uno de los tantos abusos sexuales de este sacerdote, obligo a un menor de 11 años a practicarle sexo oral.

Pero tal vez el caso más sonado y reprochado por estos días, es el de un sacerdote estadounidense que abuso sexualmente de alrededor de 200 niños sordos (¡qué barbaridad!) entre 1950 y 1970. Al parecer, y aunque obispos de Estados Unidos enviaron cartas al Vaticano alertando de este asunto, fue el propio Ratzinger (en esos días, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que tiene el poder de apartar a curas del sacerdocio), quien no lo aparto de su labor eclesiástica, no denunció a las autoridades civiles ni respondió las misivas de los obispos, que se referían a este sacerdote.

¿Hora de replantear?

Si en los años cincuenta Juan XXIII humanizó la Iglesia Católica, acomodándola a los tiempos de posguerra, y en los años ochenta Juan Pablo II “globalizó” el mensaje cristiano, volviéndolo más popular; hoy es necesario replantear dogmas propios de la doctrina de la Iglesia que van en contra de la naturaleza (que ellos tanto pregonan). Para esto, no es necesario que abandonen los fundamentos conservadores que son pilares de la misma creencia, como lo hicieron los anteriores Papas.

El celibato es el primer precepto que se encuentra en el ojo del huracán. Hoy no es posible hablar de una fidelidad completa y única a Dios, sino se le da al hombre la oportunidad de amar y de relacionarse con un ser mortal. Esta oportunidad no implica una traición al ser por el cual se ha decidido vivir espiritualmente, ya que ella encuentra un complemento perfecto y necesario en el mundo terrenal.

Cuando se le cohíbe al hombre de amar o vivir su fisiología sexual plenamente, se está abriendo una caja de pandora impredecible, que puede parar en hechos atroces como los escuchados en estos últimos días. Los abusos sexuales son una muestra de que, aunque el ser humano puede amar a su Dios sin vacilaciones, en este esfuerzo no se puede socavar su propia naturaleza, y el mantener relaciones sexuales hace parte de ella.

Lastimosamente, el sacerdocio, y con él, el celibato, se ha convertido también (de eso estoy seguro), en una “manta moral” que cubre el homosexualismo de muchos de sus participes. Ante una sociedad intolerante, intransigente y retrograda (fomentada y alimentada irónicamente por la mismo catolicismo), que concibe una orientación sexual como un “pecado” o como una aberración, quienes cargan con el miedo de una segura discriminación, en muchos casos no tienen otra alternativa que ser aquello “en lo que menos se sospeche”, aquello que les imponga un pensamiento “correcto” y “natural”; pero ¿Cómo?, pues yendo, paradójicamente, en contra de su misma naturaleza.

Lo más lamentable es que quienes terminan padeciendo esa contra natura forzada, son niños inocentes, seres que dentro de su universo mágico, conciben a un sacerdote como un héroe enviado por Dios, pero que no saben cuanta energía reprimida hay en el interior de ese héroe. Lo catastrófico vendrá, claramente, cuando esa energía no aguante más compresión, y tenga simplemente que explotar.

La Iglesia Católica tendrá que replantear pues, su tratamiento a la comunidad LGTB, porque no alcanza a deslumbrar que tanto, la estigmatización que ella ha ayudado a fomentar contra esta población, ha conducido a que ella se sienta perseguida, y que en el caso de muchos homosexuales, acudan al sacerdocio como fatal salida.

Finalmente, quiero referirme a las mujeres, ya que son ellas las que completan este cuadro de replanteamientos. ¿Por qué no pueden ellas ser sacerdotes?, ¿Por qué nunca podremos tener una Papa o una Mama (ni sé como se le llamaría)?, luego, ¿no es hora de rectificarse con ellas por el machismo histórico que han padecido en manos de esta sociedad?

Es suficiente con que, históricamente, el judaísmo y el cristianismo denigren que fueron ellas las que “tentaron” al hombre para comer del gran fruto prohibido, como para que ahora no les demos el espacio que se han ganado en los últimos años, y que peor aún, la Iglesia Católica les niegue un lugar digno y no “misericordioso” en el seno de su institución.

Tal vez de estos últimos hechos tan reprochables que ha acontecido en el interior del catolicismo en los últimos días, pueda surgir un sentimiento de reforma radical, que sea capaz de reconocer una sociedad moderna y no una que cree todavía que el uso del condón es un pecado que te llevará al infierno.

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domingo, 14 de febrero de 2010

El ADN de Moreno de Caro resulto ser “Conservador”


HOY EN UN DÍA DE DESPARCHE…

El jueves pasado, me devolví de la Universidad en una de esas ya acostumbradas estripadotas a las que nos tiene acostumbrados Trasmilenio (el cual, por cierto, ya vale $1.600, ¡QUE TAL!), y prendí la emisora de mi celular para escuchar el programa que acostumbro a esa hora, La Luciérnaga de Caracol Radio. De un momento a otro, y con la vergüenza de quienes estaban compartiendo mi estripadero, solté una carcajada que llego a despertar al señor de al lado, cuyo sueño parecía ser profundo y placido (que lastima… jajaja).

Y no era para menos mi carcajada, ya que según el divertido programa, todo parece indicar que el oficialísimo payaso de la política colombiana, Moreno de Caro, ha encontrado un nuevo circo donde hacer sus nuevos shows; ¡perdón!, digo: “un nuevo partido donde lo dejen jugar”, y es en el Partido Conservador. Así, como el sancocho de “partido” del que él antes hacia parte, un tal ADN, era tan fraudulento y tan farsa, que ni siquiera pasó el primer paupérrimo examen del Concejo Nacional Electoral, el morenito decidió de un momento a otro, y demostrándonos sus nuevas habilidades circenses en el “malabarismo político”, volverse dique godo.

Claro, él habrá dicho: si Noemí Sanín, una dama tan distinguida, de la alta sociedad, una colombiana “de bien”, ha podido ser gavirista y antigavirista, pastranista y antipastranista, acérrima antiuribista (recuerdan quien le dijo “paraco” al entonces candidato) y mas acérrima uribista después; sí ella es ahora conservadora, porque yo no. Después de todo, que mejor circo que ese.

Según este personaje, con este cambio quería hacerle un “homenaje” a Álvaro Gómez Hurtado. Me pregunto, ¿Qué tan homenajeado se sentirá Gómez Hurtado de este nuevo amigo godo?, ¿Será que él ya se habrá enterado, desde donde se encuentre, del nuevo amigo “maricon” de raza negra que tiene Caro, y que según este payaso, le enviaba plata desde Sudáfrica? Yo creo que el enmolado líder se sentiría apenado con la nueva adquisición de su Partido de toda la vida, pero se sentiría mas apenado aun, de ver en lo que éste se está convirtiendo.

El único estimulo que nos dará volver a tener a Caro en unas elecciones, es reírnos con sus ridículas camisetas amarillas, volver a ver el zoológico que anda con él y en el cual parce ser que él mismo se incluirá muy pronto; y además, parece ser que, de ser elegido senador, le presentará a la opinión publica el amigo “maricon” de Sudáfrica, la cual sería su mejor propuesta de campaña.

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domingo, 31 de enero de 2010

Menos blancos y negros ideológicos, pero sí más grises.

Anacros (cc)

Relacionar a Petro con el socialismo trasnochado de Chávez, o a la oposición venezolana con el fascismo, es absolutizar la vaga dicotomía de izquierda y derecha.

Hace un tiempo, discutía con un conocido en Facebook, al parecer de ideología socialista, sobre el rumbo que debía tomar el Polo Democrático, a propósito de las elecciones internas para escoger candidato que tuvieron lugar en septiembre, y en las cuales gano la opción de Gustavo Petro. Hubiera sido una discusión política normal entre un pensamiento moderado y pragmático (como el mío), y otro más romántico y radical (como la de mi compañero), si no hubiera sido porque aquel me saca como argumento una joyita desde la teoría política.

Yo sostenía que el capitalismo como tal no es un modelo económico fallido, ya que se puede lograr que el capital se convierta en una retribución justa de lo que cada persona realiza en razón de su producción y esfuerzo, esto se logra lógicamente con una regulación fuerte por parte del estado a la iniciativa privada que mueve el capital, la cual no significa anularla por completo (como lo pretende Chaves), ni por el contrario, dejarla que haga lo que se le de la gana (como pretende Uribe), ya que esta ultima opción nos lleva al neoliberalismo (poca o nula regulación a la iniciativa privada, y por lo tanto excesiva acumulación del capital en pocas personas) que a su vez nos lleva a crisis económicas como las del año pasado (por eso, esta crisis no será la ultima en el país del norte, se acordarán de mi).

Lo anterior explica la visión socialdemócrata de economía mixta, y vislumbra que su verdadero enemigo económico directo es el neoliberalismo más no el capitalismo, visión que se ha aplicado en países con gran peso de esta ideología, como Suecia.

Él, por el contrario, desde una visión claramente socialista, sostenía que la única solución era la abolición total y completa del sistema capitalista y la implantación de uno nuevo, el socialista (no me dejo muy claro si su idea llegaba hasta el comunismo, lo cual implicaría la abolición del Estado socialista, ya que en el comunismo real no hay Estado). Según él (y aquí viene la joyita), las ideas que yo propugnaba no se podían considerar de izquierda, sino que mas bien eran ideas “burguesas”, disfrazadas con un humanismo “descarado”, típicas de la socialdemocracia, y que lo único que pretendían era “encantar” al pueblo y mantener el actual statu quo, en fin, eran ideas de derecha. En síntesis, el consideraba que el socialismo era igual a izquierda, es decir, que una ideología política era lo mismo que un lado (en este caso la izquierda) del espectro político, lo cual es un TOTAL Y GARRAFAL ERROR.

Lo que hizo mi compañero en este caso, de una manera muy vaga y simplista, fue absolutizar la idea izquierda del espectro, y decir que lo único que se puede relacionar con ella es la ideología política socialista, de tal manera que desconoció el género (espectro político) y especie (ideología política). La absolutización de la dicotomía “izquierda y derecha” es algo que pasa muy a menudo en sociedades donde los radicalismos ideológicos afloran y los centros tienden a desaparecer, como en Colombia o Venezuela. Así, se pretende crear universos en donde solo hay blancos y negros y en donde los grises tienen que quedar o relacionarse en alguno de estos extremos.

¿Cómo se traduce esta falacia política en la practica? Sencillo, un ejemplo es cuando los agentes de la derecha (más que todo de la radical, como del partido de la U), hacen esfuerzos inagotable para relacionar a Gustavo Petro con el socialismo de Chávez, intentan transmitirle al ciudadano de a pie el siguiente y simplista silogismo: Chávez es de izquierda y coarta la libertades individuales, Gustavo Petro es de izquierda, por lo tanto sí Gustavo Petro es de izquierda y llega a la presidencia va a coartar las libertades individuales también. Lo anterior es una clara absolutización del espectro político, porque desconoce de plano que Gustavo Petro (desde mi punto de vista) es socialdemócrata y libertario, es decir, que nunca iría en contra de las libertades individuales ni de la democracia, y Chávez es socialista, es decir, que su fin ultimo es imponer un nuevo sistema en donde prevalezca el autoritarismo del “proletariado” (en la practica, de los militares) y que para llegar a ello no importa los medios que se utilicen. La aclaración anterior no desconoce que los dos son del mismo espectro político, de la izquierda, como Uribe, Pinochet y Hitler son del mismo espectro político, de la derecha, pero no de la misma ideología.

Otro ejemplo lo encontramos en Venezuela, en donde los chavistas intentan relacionar, incansablemente, a la oposición (en donde incluso hay gente de izquierda) con el fascismo (irónico, ya que Chávez tiene muchos tintes fascistas), y lo hacen utilizando un silogismo similar al anterior: Mussolini era de derecha y era fascista, toda la oposición (según el chavismo) es de derecha, por lo tanto la derecha es fascista.

En futuros artículos profundizare mas sobre los espectros políticos, ya que en la que me acabo de basar es una noción muy occidental, que surge a partir de la Revolución Francesa, porque el espectro político en un país como Irán es totalmente diferente.

Si queremos tener sociedades realmente desarrolladas en nuestra región, es importante que desechemos esta absolutizaciones, ya que ellas son un síntoma de democracias inestables, todo lo contrario a lo que paso hace poco en Chile, en donde (muy a mi pesar) gano una persona de derecha, siendo una persona de derecha la que los llevo a una dictadura, esto quiere decir que la gente supo entender que, aunque eran del mismo espectro político, sus ideas, en ultimas, no son las mismas.


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